ESCOGE MUY BIEN TU CLÍNICA DENTAL; TU BOCA NO ESTÁ EN OFERTA

Actualmente en España, como en muchos otros países, nos estamos encontrando con múltiples clínicas dentales que ofrecen tratamientos a un coste bajo. Son muchos los pacientes que por uno u otro motivo, acuden a estas clínicas atraídos por las grandes campañas publicitarias, y sobre todo, por los precios tan bajos en los tratamientos dentales y las facilidades de pago.
Pero se han encontrado con una gran cantidad de problemas; como que un odontólogo le inicia su tratamiento pero no es el mismo quien lo termina, que el precio ofrecido no es real, porque se le añaden una y otra y otra cosa más, haciendo que termine siendo en ocasiones más costoso que en otras clínicas dentales, que nadie responda ni le dé una garantía por su trabajo, etc.
Son muchas las demandas que se están presentando a este tipo de clínicas odontológicas. Y muchos los profesionales en odontología que han trabajado en ellas, y han denunciado sus condiciones de trabajo. Estos dentistas se ven presionados a realizar cierto número de tratamientos al mes para cumplir unos objetivos de facturación establecidos, sin importar si realmente el paciente necesita o no ese tratamiento. ¿Por qué se ha convertido la odontología en un negocio?, ¿por qué los pacientes son clientes a los cuales hay que ofrecerles tratamientos dentales que dejen grandes beneficios, aunque no sea siempre la opción correcta para su caso?.
Se ha perdido el valor real de la profesión. Y aunque no se puede generalizar, gran cantidad de clínicas dentales de este tipo (franquicias), son manejadas por personas que no tienen nada que ver con el área de la salud oral. Por ello, han antepuesto los beneficios económicos a los beneficios sanitarios.
Su argumento es que pueden ofrecer tratamientos a menor precio porque manejan mayor número de pacientes, pero en ocasiones los precios que publicitan no pueden ser reales desde ningún punto de vista. Los presupuestos iniciales no coinciden con el final, ya que a eso se añaden otros costos y de una u otra manera el paciente es engañado. Es lo que denuncian a diario muchos pacientes que sufren estas prácticas dentales.
Es mejor para una clínica dental ofrecer un implante, por ejemplo, que una endodoncia. Porque el implante dental se puede realizar en poco tiempo y deja grandes beneficios, mientras que una endodoncia requiere más tiempo y trabajo, y su coste no es tan elevado. Son así muchos casos en los que pacientes a los que se les puede salvar una pieza dental, terminan con implantes y con grandes deudas.
Por ello, hago un llamado a las personas a que antes de iniciar un tratamiento se asesoren muy bien. Acudan a clínicas dentales donde sea el propio odontólogo quien les atienda, les explique y les informe del coste, tiempo de tratamiento, riesgos, alternativas, etc.
Exija transparencia y calidad en sus trabajos. No acepte soluciones fáciles pero costosas, porque no siempre es la mejor opción.